No soy superwoman

Llevo 10 días muy intensos, y cuando he sacado un "ratito" para mí la gente ha decidido echarme piropos como campeona, superwoman...

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Después de 10 días he vuelto a entrenar, necesitaba ponerme las zapatillas, ¿quién me lo iba a decir a mí? No ha sido una semana fácil con mucho trabajo, niños malos, padre de feria, viaje relámpago... Nos espera otra semana complicada, pero a por ella 💪💪💪 He entrenado subiendo la Castellana, por el respeto que me impone y para no tenerle miedo el próximo domingo en la #carreradelosbomberos . #run #runninggirl #mamacorre #yonorenuncio #pasoapaso #stepbystep #todosuma #sumando

Una publicación compartida de Ana (@pequenahormiguita) el 3 Mar, 2019 a las 9:31 PST

Y no, no soy superwoman, sino que he/hemos llegado a un punto en nuestra casa donde todo es organización y priorizar.

El viernes 22 le pusimos las vacunas de Becerro a los peques con la fatalidad que a #littlen le dió reacción esa misma noche, y yo había estado en Cenas Adivina en una cena sobre la maternidad en el s. XXI, así que en cuanto llegué, la peque fue para mí después de darle el antitermico.

El sábado y el domingo se complicó la cosa con #superu y #superpapu poniéndose malos con catarro/gripe. Lo que supuso que el lunes me fuera al pediatra con los peques.

Toda la semana  #superpapu estuvo en una feria de su sector, lo que supuso que llegaba tarde, así que baños y cenas eran para mí, aunque aquí tengo que decir que las teníamos casi organizadas.

Cómo no podía ser de otra forma, y cumpliendo la ley de Murphy, el viernes #superpapu terminó en urgencias porque tenia un bulto, qué ha resultado ser una hernia inguinal, de la cual le operan la semana que viene, así que hasta que lo operen y el post-operatorio será un a situación similar de organizar todo; y como necesitaba reposo y no cargar peso, el sábado por la mañana me cogí a los peques y me los llevé a Salamanca a ver a los abuelos y a la bisabuela en un viaje relámpago de 26 horas, así que cuando volvimos y después de comer, me puse las zapatillas y me salí a gastar zapatilla (mi cabeza me lo pedía a gritos), y sobre todo porque cuando estaba preparando el coche para volver el vecino de mis padres se estaba preparando para ir a la Media Maratón de Salamanca y me dió la enhorabuena por pasar del sofá a hacer deporte.

Por eso, cuando luego subí la foto a Instagram y me echaba piropos, os puedo decir que YO NO SOY SUPERWOMAN, sólo busco un ratito para mí, qué otras veces encuentro dejando de dormir y madrugando un poco más antes de ir a trabajar, que una vez que termina mi jornada laboral (por la que me pagan) comienza la más dura: madre, esposa, lavadoras, compra, comidas...

Aunque todo esto no lo podría hacer sino fuera por el gran apoyo de #superpapu.